Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.
No debemos utilizar nuestras palabras para juzgar o condenar a los demás, sino para mostrarles el amor y la gracia de Dios. Debemos recordar que nuestras palabras tienen el poder de sanar las heridas y de restaurar la esperanza en los corazones quebrantados.
2. Brindando palabras de aliento: Podemos utilizar nuestras palabras para animar y motivar a los demás en momentos de dificultad. Un straightforward «estoy orgulloso de ti» o «tienes un gran potencial» puede hacer una gran diferencia en la vida de alguien.
Nuestra capacidad de comunicarnos a través de las palabras es un don que Dios nos ha dado. En la Biblia, se nos enseña que nuestras palabras tienen un poder increíble. Proverbios 18:21 nos dice: «La lengua tiene poder sobre la vida y la muerte; quienes la aman comerán de sus frutos».
Dicen que siempre hay una primera vez, si sientes curiosidad de saber lo que se siente pasar tres días sin comer hoy lo descubrirás.
La creación como testimonio del poder de la Palabra: El hecho de que todas las cosas hayan sido creadas por la palabra de Dios no solo enfatiza su autoridad, sino también su poder creativo.
Como seguidores de Jesús, debemos reflejar un corazón transformado a través de nuestras palabras. Nuestras palabras deben ser un testimonio de nuestra fe y de la obra transformadora del Espíritu Santo en nuestras vidas.
el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se despatchedó a la diestra de la Majestad en las alturas,
Estos ignoran voluntariamente, que en el tiempo antiguo fueron hechos por la palabra de Dios los cielos, y también la tierra, que proviene del agua y por el agua subsiste, por lo cual el mundo de entonces pereció anegado en agua; pero los cielos y la tierra que existen ahora, están reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos.
En more info la Biblia, encontramos numerosas referencias al poder de nuestras palabras. Uno de los aspectos más importantes es la capacidad de las palabras para expresar gratitud y aprecio hacia los demás.
Cuando estas personas ostentan un cargo de responsabilidad, en el ciudadano crean una mezcla de rabia y tristeza e impotencia. Rabia porque el representante público tiene el deber de darle sentido a la comunicación que hace de sus acciones y propuestas.
Esto significa que debemos filtrar nuestras palabras y asegurarnos de que sean edificantes, útiles y llenas de gracia. No debemos usar nuestras palabras para herir o destruir, sino para construir y fortalecer a los demás.
“Sésituation la hierba, marchítase la flor; mas la palabra del Dios nuestro permanece para siempre”
Como seguidores de Cristo, debemos ser conscientes del poder de nuestras palabras y usarlas sabiamente, para traer vida y bendición a los demás y para glorificar a Dios.